EL MANUAL INTERNO DE PROTOCOLO
La imagen que la empresa lanza al mercado a través de sus campañas de relaciones públicas y de marketing, se verá muy reforzada si se ejercita dentro de la empresa un cierto protocolo, plasmado en un manual interno de protocolo, conocido por todos, y llevado a través de un departamento específico, el cual regule y dirija el protocolo global a realizar dentro de la empresa.
Las grandes empresas se han visto obligadas a incorporar normativas o disposiciones internas capaces de poner orden en las apariciones públicas de sus responsables especialmente en empresas con delegaciones o representaciones territoriales distribuidas por todo el mundo.
Una falta de una política común protocolaria en todo el ámbito de la empresa, hará que cada acto se organice de acuerdo a unos criterios individuales del responsable momentáneo del acto en cuestión, perdiendo los objetivos comunes de comunicación global de la empresa y careciendo de la política de imagen que en el mercado en que se mueven las instituciones privadas pretenden con sus campañas de publicidad y comunicación. Los resultados serían muy dispares y en algunos casos muy negativos para el empresario y sus directivos.
Esta política de unificación de criterios en la organización de cualquier acto que organice la empresa,, en la atención de sus invitados, y en todas las actuaciones públicas de la misma, se plasmará en un MANUAL INTERNO DE PROTOCOLO, que regulará la política general de funcionamiento de los actos, el cual deberá ser redactado por expertos ajenos a la empresa y por tanto objetivos, recogiendo todas las cuestiones técnicas relativas a los actos externos e internos, debiendo ser gestionado directamente por el departamento de protocolo