El Evento de ayer


Pues si, ayer tuvimos la oportunidad de participar y ayudar desde la ESCUELA INTERNACIONAL DE PROTOCOLO a presentar en sociedad una  auténtica maravilla:

la Granjilla de la Fresneda, antigua casa de  Felipe II en el Escorial.

Quinta de recreo de Felipe II, que se componía por la Casa del Rey, la Casa de los Monjes Jerónimos, y el Parque, con sus estanques y fuentes.

Manteniendo el mimo con el que el monarca desarrolló su faceta más oculta de amante de las artes, los jardines, la naturaleza y la música, la familia Aguirre- Borrell, ha realizado la restauración de la casa de los frailes con el máximo cuidado y rigor histórico, poco a poco, desde hace mas de cien años.

Para restaurar se requirió la contratación en primer lugar de varios historiadores que despues de encerrarse en diversos archivos históricos descubrieron a través de la contabilidad y de los pagos que había realizado el rey o la actividad que realizaó Felipe II en aquella casa en pro de la naturaleza.

«En el ánimo de compartir cada uno de los rincones de este paraje inigualable, queremos promover un ciclo ambicioso de duración trienal: “Jornadas de la Fresneda” en el que se estudiarán las distintas inquietudes desarrolladas por el Monarca en el ámbito de las artes y el cuidado de la naturaleza».

Así rezaba parte dela invitación que s emandó a distintas personas para darles a conocer este maravilloso espacio.

¿El evento? Lo más sencillo y también lo más humano. dos ingredientes que garantizan el éxito seguro.

Cosa de familia, como no podía ser de otra manera despues del cuidado puesto y con la increible humanidad que destila el anfitrión D. Santiago Aguirre y su familia.

Despues de deleitarnos dos historiadores con las insólitas experiencias vividas allí mismo por el segundo de los Felipes pudimos escuchar en el claustro  un concierto maravilloso de música antigua,  seguido por un cóctel tan singular como  acertado ya que en vez de los frios canapés, se ofreció un increible arroz hecho allí mismo ( el claustro olía a hogar) que rezumaba amistad y  que degustamos para dejar un  estupendo sabor de boca en todos los asistentes.

Un gran acto, muy sencillo, pero que seguro todos recordarán con una sonrisa en la boca.

Un espacio MUY RECOMENDABLE para todos aquellos que quieran que su acto sobresalga.

ESO ES HACER PROTOCOLO.

Felicidades Santiago. Y decías que no sabías de protocolo…………