Con motivo de la aparición de Gran Bretaña en las páginas de los periódicos por el debate sobre su continuidad en la Unión Europea y las consecuencias que esto pudiera implicar, a sabiendas de que corro el riesgo de que se me tache de “agorero”, inicio aquí una reflexión sobre qué pasará cuando fallezca Isabel II, Reina de Inglaterra que cumplirá 90 años el próximo 21 de abril.
Insisto, sin querer anunciar males o desgracias, que a nadie le quepa duda que ya está preparado, desde hace tiempo, el documento donde se detallan y concretan todos los parámetros principales de lo que ocurrirá cuando se produzca el hecho luctuoso. Ya está todo preparado a falta de los últimos retoques que se adaptarán a la última hora de la actualidad del momento en que ocurra. Ya se están haciendo ensayos entre la BBC y el Palacio de Buckingham sobre un “obituario de grado 1” y cómo se va a realizar el anuncio, incluida una colección de corbatas y trajes negros para los presentadores de la cadena de televisión BBC que anuncien el deceso, cuyo formato dependerá de cómo se produzca el fallecimiento si bien por una larga enfermedad o si deviene sin previo aviso.
La importancia histórica de Isabel, Alejandra, María Windsor, Reina Isabel II desde el 6 de febrero de 1.952, es indudable. Ningún Jefe de Estado ha realizado su labor al mismo tiempo que los últimos 11 primeros ministros británicos, 11 presidentes USA, 7 líderes rusos, 7 Papas, u 11 presidentes de Francia, y, todo ello, al mismo tiempo que el mundo vivía unos cambios radicales como la llegada del hombre a la luna, la caída del muro de Berlín o la aparición de Internet, convirtiéndola, a sus 90 años, en la “británica más importante de la historia”.
VAMOS CON LA REFLEXIÓN Y LAS IMPLICACIONES.
No me cabe duda de que será una ceremonia GRANDIOSA, así con mayúsculas y prácticamente ÚNICA, también con mayúsculas, tras 64 años de reinado, quizá con el único precedente de la muerte de la reina Victoria en 1.901, en la que hasta las prostitutas vistieron luto durante meses, y muy por encima de lo ocurrido con la muerte de Lady Diana o de la Reina Madre con las que, a pesar de las grandes demostraciones de duelo y con la cierta paralización del País, no se podrán comparar con lo que ocurrirá con la Reina Isabel y que, con seguridad, va a tener consecuencias sociales, económicas y políticas no solo en Inglaterra sino en toda Europa.
Muchas cosas cambiarán en el Reino Unido.
Desde las insignias de los cascos de los policías, en donde constan las iniciales de la Reina, pasando por las monedas o la actualización de todos los pasaportes (están emitidos en nombre de Su Majestad La Reina Isabel II) hasta el cambio de la letra del himno nacional “Dios Salve a la reina”
Todas estas “pequeñas” cosas y otras muchas cuestiones cambiarán en Reino Unido, donde la gran mayoría de los ciudadanos británicos no han conocido otra forma de vida que con “Su Reina”, traerán consecuencias a los ciudadanos británicos.
El coste económico de las ceremonias de funeral, sepultura, coronación del nuevo Rey y ceremonias que se van a celebrar en todo el Reino, valorados en unos 6.000 millones de libras, también tendrá efectos económicos en el País, pero lo verdaderamente importante será el impacto económico, social y político que tendrá en el País y por tanto en el resto de Europa.
Estos impactos, vendrán dados por la situación de “impasse” en que quedará Gran Bretaña detenida en el tiempo: Los Bancos, Las Bolsas, Los colegios y Universidades, Grandes empresas, todo el tejido industrial, una gran mayoría de comercios, incluso los teatros, las atracciones turísticas, así como una gran parte de instituciones públicas quedarán cerradas durante por lo menos 12 días, periodo que comprenderá entre su muerte y su entierro, dejando a toda Gran Bretaña, como digo, en una situación en que descenderá no solo el consumo normal de sus ciudadanos, sino las exportaciones y en definitiva la marcha normal de la economía general del País.
Durante estos doce días de luto se suspenderán, así mismo, diversos programas de televisión y radio (comedias, etc.).
En el Parlamento, después del anuncio se convocará una sesión extraordinaria en la que el primer ministro pronunciará un discurso de homenaje a la Reina y los parlamentarios, incluidos los republicanos aunque lo hagan con los dedos cruzados, jurarán, tal y como se lleva haciendo desde hace 500 años, lealtad al nuevo Rey, para suspender de inmediato las sesiones de las dos cámaras hasta después del funeral de Estado.
IMPLICACIONES INTERNACIONALES
Desde Australia, pasando por Bahamas, Nueva Zelanda o Malta, hasta Canadá, son 53 países soberanos independientes de los cinco continentes, los que comparten lazos históricos con el reino Unido y conforman la “Commonwealth of Nations”, cuya pertenencia a la misma no implica ninguna sumisión a la corona británica, pero si una cooperación internacional en el ámbito político o económico.
Todos ellos, son monarquías constitucionales con un monarca del reino Unido común como Jefe de Estado simbólico. Todos ellos tendrán luto oficial por la Reina Isabel.
Las banderas y embajadas británicas en todo el mundo pondrán libros de condolencias a disposición de todo el público y sus banderas ondearán a media asta durante el periodo de luto.
Además de todos los países pertenecientes a la “Mancomunidad de Naciones” a los que afecta de manera directa, dada la importancia en el mundo de Gran Bretaña, este acontecimiento hará que todos los Países del mundo manden sus pésames y condolencias declarando incluso días de duelo y preparando a sus líderes para acudir a las ceremonias.
“EL REY HA MUERTO, VIVA EL REY”
El Príncipe Carlos, será el nuevo Rey desde el mismo momento de la muerte de la Reina, para que no haya ningún vacío en el trono, pero sin embargo se realizan distintas acciones protocolarias para proceder a su nombramiento.
La primera medida de activación del mecanismo de sucesión para que el Príncipe Carlos se convierta en rey, será cerrar los palacios pertenecientes a la corona a las visitas públicas y los empleados serán enviados a casa, para conformar un CONSEJO DE ADHESIÓN que se reunirá en el Palacio de St. James (residencia oficial del heredero) o en Buckingham Palace, para declarar formalmente al sucesor.
El primer acto protocolario del nuevo rey, será el de comparecer ante el Consejo para declarar su fidelidad al Parlamento y a la Iglesia de Inglaterra, con el posterior rendimiento de pleitesía por parte de sus miembros.
Ese será un momento muy esperado ya que el Príncipe Carlos podrá elegir un nuevo nombre para ser coronado. Las apuestas se centran en la elección de Carlos III o bien Jorge VII.
Un personaje curioso “EL REY DE ARMAS DE LA JARRETERA” es el encargado de proclamar (no de coronar, puesto que ya es rey) al nuevo Rey desde los balcones del Palacio de St. James, para que desde allí se hagan eco en todas las plazas y sitios públicos de todas las ciudades del reino Unido.
Este es el texto que leyó el “Rey de Armas” en la proclamación de la Reina Isabel II: “Considerando que Dios Todopoderoso tuvo la voluntad para llamar a su Misericordia a nuestro difunto Soberano Señor Rey Jorge VI, de feliz y gloriosa memoria, por cuya muerte la corona llegar a la alta y poderosa princesa Isabel Alejandra María”
LONDON BRIDGE
Como decíamos, ya están planificados y ensayados todos los preparativos para el desarrollo de las ceremonias a realizar tras la muerte de la reina. Este documento, secreto, se conoce como “LONDON BRIDGE” según el cual se realizará de la siguiente manera:
1.- VELATORIO:
Cubierto por el estandarte real, el ataúd de la reina, se ubicará en la capilla real para que allí sea velado. Encima del estandarte se pondrá un cojín en el que se colocará la Corona Imperial del Estado. (Esta corona, la utiliza el monarca en vigor, una vez al año durante la ceremonia de apertura del Parlamento y contiene 2868 diamantes, 273 perlas,17 zafiros,11 esmeraldas y 5 rubíes)
2.-TRASLADO A WESTMINSTER.
Custodiando el ataúd, más de tres mil personas pertenecientes a las fuerzas armadas de Gran Bretaña, trasladarán el cuerpo de la reina por las calles de Londres en una procesión histórica pasando por The Mall, Trafalgar Square, La Horse, Guard Parade, y el Cenotafio para llegar a Westminster Hall (sección más antigua del Parlamento) donde se situará el féretro para que el público le pueda rendir homenaje y dar su último adiós.
3.- EL CORTEJO (Lo más mediático)
El ataúd será transportado en un “armón de artillería” hasta la abadía de Westminster entre las altísimas medidas de seguridad que se dispondrán con más de 3.000 policías, miembros del escuadrón antiterrorista y otras fuerzas con el objeto de garantizar la seguridad del traslado.
Más de tres mil personas esperarán en la abadía la llegada del féretro seguido por un cortejo compuesto por los miembros varones de la Familia real y probablemente (según la tradición) monarcas extranjeros. Esto se hará en función de su número. Es posible que en este momento veamos alguna novedad en cuanto a la inclusión de mujeres en ese cortejo, ya que en el traslado de los restos de la Reina Madre, por primera vez estuvo dentro de este cortejo su nieta la Princesa Ana.
No faltará en este cortejo fúnebre el personal que durante años ha trabajado al servicio de la reina, así como también el Lord Chamberlain de la casa de la Reina. Todos ellos, dejarán mensajes de condolencia.
Del mismo modo que sucedió con la reina Madre, una cureña militar tirada por 6 caballos transportará los restos de la reina, que irá acompañada por distintos cuerpos de las fuerzas armadas, todos a 74 pasos por minuto
Gráfico del traslado de restos de la Reina Madre.
LA CUREÑA MILITAR.
Es un porta cañones estándar construido en 1913 y restaurado que participó en la I guerra mundial y está dotado de una base especial para llevar el féretro. Este carruaje que cede excepcionalmente la tropa de la artillería reala caballo en ocasiones muy especiales, fue utilizado previamente en el funeral de Jorge V, Jorge VI, Churchill y la Princesa Diana. Durante la procesión no faltarán las flores preferidas de la reina cortadas de sus jardines.
4.- EL HOMENAJE PÚBLICO
200.000 personas desfilaron ante la Reina Madre durante cuatro días. Sin duda la Reina Isabel II podría estar allí más de siete días en los que podrán desfilar durante 23 horas al día el más del millón de personas que se espera den su último adiós a la Reina.
Parece que se realizará la “Vigilia de los Príncipes” tradición nacida en 1936 cuando murió el Rey Jorge V y sus hijos varones se presentaron de noche para montar guardia junto al ataúd. Lo mismo ocurrió cuando a la muerte de la Reina Madre acudieron sus cuatro nietos a velar el cuerpo situados en las cuatro esquinas del féretro.
5.- LUTO NACIONAL
Miles de ciudadanos británicos, vestirán luto y se lanzarán a las calles de todo el Reiino Unido a poner flores en las puertas de los Palacios reales. A la muerte de la Princesa Diana se colocaron más de un millón de ramos de flores.
Se cerrarán los comercios y se cancelarán eventos deportivos, sociales y culturales en señal de respeto a los que guardan luto.
6.- FUNERAL DE ESTADO
12/15 días después del fallecimiento (en función de la cantidad de personas que desfilen por Westminster) se producirá el Funeral de Estado reservado exclusivamente a los monarcas británicos aunque hubo excepciones con Churchill, Newton o el almirante Nelson.
En la abadía estarán presentes los monarcas que reinen en Europa así como representantes de casas reales de Asia y África e incluso de familias reales no reinantes con relación con la Casa Windsor (Grecia, Rumanía, Yugoslavia, etc.)
La ceremonia del funeral será celebrada por el Arzobispo de Canterbury, Primado dela Iglesia de Inglaterra y contará con la proclama por parte del Rey de Armas de la Jarretera en la que enunciará los títulos y condecoraciones de la reina.
Se espera que más de 1.000 millones de personas vean por medio de la Televisión e internet la ceremonia en la que se entonarán himnos y música ya elegidos previamente por la reina.
7.- EL ENTIERRO.
La elección del sitio donde será enterrada ya ha sido elegida por la Reina barajándose como posibles sitios Balmoral o Sandringham, las dos en escocia y que pertenecen a la reina no a la Corona. También se especula con que su última morada esté en el cementerio real de Frogmore, muy cerca de Windsor donde está sepultada la reina Victoria, aunque si bien es cierto que en 2004según algunos documentos con los preparativos del funeral que fueron robados hablaban de que la reina será sepultada en el mismo sitio donde descansan su s padres y otros 14 reyes en la capilla de St. George en el castillo de Windsor
Gerardo Correas
Presidente de la Escuela Internacional de Protocolo
Vicepresidente 1º de la OICP (Organización Internacional de Ceremonial y Protocolo)
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