MAS QUE DESAFORTUNADO, IRRESPONSABLE, SEÑOR MARGALLO


Periodista: lo normal es que ustedes estuvieran compartiendo mesa sin un casco azul en medio poniendo orden.
Margallo: Esto es un problema de protocolo. Ya sabe usted que la diferencia entre el protocolo y un grupo terrorista es que con un grupo terrorista se puede negociar de vez en cuando, con los de protocolo no.
(risas)
Margallo: A mí me sentaron exactamente en medio y yo me senté donde me dijeron.
Periodista: También se dice que el protocolo mira la manera de facilitar las cosas, ¿no? Para que todo el mundo sepa lo que tiene que hacer
Margallo: Bueno… eso es la diplomacia. El protocolo es donde se sienta uno para hacer eso que usted dice, que es lo importante.

A la vista de la desafortunada expresión del Señor Ministro de Asuntos exteriores en funciones,  de que «con un terrorista se negocia, con un protocolo, no» no pensaba escribir nada, aplicando el dicho de “a palabras necias, oídos sordos”, pero al leer el espléndido post de Maira Alvarez en su blog  «Protocolo y etiqueta» del ABC, NO ME PUEDO RESISTIR  a escribir unas reflexiones.

No soy muy partidario de comentar los artículos de los colegas por respeto, pero quiero apoyar y suscribir lo que expone Maira   y además añadir algunas cosas con respecto a las desafortunadas frases dichas por el Ministro en funciones en el programa espejo público de Antena 3 TV:

1ª.- IRRESPONSABILIDAD  

1.1.-Es una acción irresponsable el que una autoridad “denoste” una profesión, la del protocolo y organizador de eventos que, según los últimos estudios, se ha convertido en la profesión con más futuro no solo en USA sino en  toda Europa.  ¿Spain is diferent?

1.2.- Este señor sabe, o debería saber, que un porcentaje importante del PIB español está producido por la organización de actos en los que intervienen los profesionales del protocolo; De manera directa aportando una cantidad muy importante de puestos de trabajo. Ni hablar de los puestos indirectos

1.3.- No solo el Ministro  de exteriores en funciones, sino todo el gabinete ministerial, los líderes políticos, los responsables de Ayuntamientos, los de los equipos de gobierno de las comunidades autónomas, las diputaciones, las fuerzas armadas y un largo etc. de instituciones oficiales, tienen a su cargo un equipo de protocolo que cuesta un dinero importante del erario público. Si solo sirven para sentar a la gente, por favor, NO TIREN EL DINERO. Toda esa gente a la calle.

1.4.- Todas las empresas del IBEX, así como un sinfín de empresas grandes, pequeñas y medianas, tienen equipo de protocolo. TODA ESA GENTE A LA CALLE.

1.5.- ¿Conoce el Señor Margallo  lo que mueve el mercado de reuniones de trabajo? Claro que lo conoce.

1.6.- ¿Conoce el Señor Margallo que a este país, acuden cada año turistas en un número que casi dobla  la población?  ¿Hay que protocolizar los trabajos en los hoteles, restaurantes y resto de empresas del sector servicios?. Claro que lo conoce.

1.7.- Cinco Universidades en el territorio nacional, dos públicas y tres privadas: Universidad Miguel Hernandez, Universidad rey Juan Carlos, Universidad Camilo José Cela, Universidad Europea, Universidad Nebrija, imparten grados oficiales en protocolo y organización de eventos, además de otras mas de 16 universidades que entre sus estudios de especialización se encuentran los de protocolo. Están aprobados por el Ministerio de educación.

Mas de trescientas universidades extranjeras en todo el mundo tienen estudios de protocolo y organización de eventos en sus programas formativos.

Señor ministro, si solo sirven para sentar, ¿Qué pinta un chico de 18 años empezando una carrera que dura cuatro años para acabar sentando al político de turno?

2ª.- IRRESPONSABILIDAD LEGAL.

Señor Ministro de Exteriores en funciones. Por Dios, esto no tiene que ver con el protocolo y es una opinión personal, pero………….  CON UN TERRORISTA NO SE NEGOCIA. No digo más. No tengo que decir más.

3ª.- IRRESPONSABILIDAD PROFESIONAL

No es de recibo que el líder de la diplomacia española, pueda pensar que alguien de protocolo no negocia. Por favor, el señor ministro sabe, o debería saber, que todo se negocia en beneficio de la imagen y mensaje que se quiere transmitir. Esto lo sabe muy bien el Ministro.

4ª.-LO PEOR DE TODO.

El que diga que «con un terrorista se negocia y con alguien de protocolo no», puede ser una “gracieta” en  cuanto a demostrar la dureza y profesionalidad de alguien de protocolo, muy desafortunada, pero no deja de ser eso,  una «desafortunada gracieta».

Para mí, eso no es lo peor.

Lo peor,  es esa desafortunadísima frase: “El protocolo es para sentar a la gente, el resto es diplomacia que es lo importante”.

Entre poder ejecutivo nacional, regional y local, poder legislativo, nacional y regional, y poder judicial,  sólo en estas instituciones públicas, se estiman unos 20.000 profesionales de protocolo en ejercicio en España con un nivel salarial entre 25 y 30 de la Administración, lo que supone un coste salarial medio de unos 3.000 euros. La cuenta es fácil: 20.000 x 3.000…. 60 millones de euros para sentar a los políticos.

¿Qué pintan los profesionales del protocolo del Ministerio de Exteriores? ¿Y los demás? A la calle. Es un lujo que no nos podemos permitir.

5ª.-  LOS ESTUDIANTES DE PROTOCOLO Y ORGANIZACIÓN DE ACTOS.

Tengo el honor de dirigir, desde hace 21 años, un centro de formación de profesionales de protocolo en todos los ámbitos donde se imparten desde Formación profesional, títulos superiores universitarios, grados universitarios y postgrados, así como diversos cursos de especialización, TODO DE PROTOCOLO  Y.

Más de 10.000 personas han pasado por las aulas de la Escuela Internacional de Protocolo desde el año 1.995 hasta la actualidad. Todas estas personas, han invertido un buen dinero y gran tiempo en su formación.

Es una irresponsabilidad menospreciar esta profesión.  Señor Ministro, ¿Hemos engañado a todas estas personas?

Y 6º.- Y PARA TERMINAR.

Otra vez nos encontramos a un político, usuario del protocolo, utilizándolo en esta ocasión no como arma arrojadiza política, lo cual suele ser muy común, sino como excusa para justificar una acción que no tiene nada que ver con ello.

Esa utilización, Sr, Ministro, hace daño a estudiantes y a  profesionales en ejercicio.

Una pena, la verdad.