El Uso del Protocolo y su importancia


El mal uso del protocolo por parte de los invitados en el debate electoral

 de la comunidad de Madrid.

Es posible que me meta en un charco, pero en ningún momento voy a hablar de política, no es el foro. Yo a lo mío: el protocolo. Y es que el protocolo está en cada minuto de nuestras vidas.

El charco es comentar lo que ha ocurrido el 23 de abril, día del libro, día de la cultura, en el debate de loa seis candidatos a las elecciones de la comunidad de Madrid convocado por una cadena de radio privada. Ha habido de todo menos cultura.

Para los que no lo hayan oído, resumo brevemente para situarles:  Se trata de un debate entre los seis representantes de los seis partidos políticos que se presentan a las elecciones a la presidencia de la comunidad de Madrid. Se desarrolla este acto en un ambiente crispado por las distintas posturas y con unas encuestas con resultados muy igualados en los dos bloques de izquierda y derecha.  Lo que ocurrió fue que, antes de empezar, uno de los representantes pidió la palabra y exigió una rectificación a otro de ellos amenazando con que si no se hacía abandonaría la reunión. Esto desembocó en una bronca dura y tensa, con gritos y descalificaciones y el abandono de la reunión por parte de uno de ellos. Así empezó ante el asombro de todos los que lo oíamos en directo.

A partir de aquí, se desarrolló el debate con una tensión que cortaba y con unas formas verdaderamente fuera de lugar hasta que, en un momento determinado, otros dos integrantes del debate decidieron abandonar también con lo que se acabó el debate de forma brusca y con un gran malestar por parte de todos.

No quiero dar nombres ni entrar en mas detalles de lo que ocurrió y ni siquiera especificar las razones por las que creo que acontecieron las cosas. No es ese el objetivo de este escrito.  Insisto, yo a lo mío El protocolo. Mi reflexión va hacia EL USO QUE SE HA DADO DEL PROTOCOLO y sus consecuencias en un acto de comunicación política, demostrando una vez mas la importancia del protocolo

Pienso, y lo voy a detallar, que ha sido el mal uso del protocolo para conseguir la  estrategia política de cada uno sin pensar en beneficios generales,  lo que ha hecho estallar el debate fallido que puede marcar un punto de inflexión y modificar las acciones comunicativas en lo que queda de campaña.

En cualquier acto, sea del ámbito que sea, se hace preciso hacer una exhaustiva planificación de todo lo necesario según el esquema que considera el anfitrión sobre cómo quiere que se desarrolle el acto. Para eso están las técnicas organizativas. Lo que pasa es que por bien que planifiques y que ejecutes y que todo vaya sobre ruedas, si los asistentes a tu acto se empeñan en “pelearse” o, simplemente, comportarse de manera inadecuada el acto deviene en un acto fallido y con consecuencias. Y sobre todo, te roban el titular. Hoy nadie habla de las propuestas políticas de cada uno de los candidatos. Hoy se habla de la bronca.

Esto es lo que ha pasado en este caso: Todo estaba preparado perfectamente, pero LOS ASISTENTES SE HAN COMPORTADO DE MANERA INADECUADA. No han sido unos buenos invitados.

Así, sin entrar en valoraciones políticas o éticas, insultar, actuar con tono elevado, marcharse del acto, cortar, interrumpir y ese largo etcétera de cosas que acontecieron, es comportarse de manera inadecuada en su calidad de invitado.

Estás en la casa de otro, te han invitado, te han recibido, han organizado todo para que te sientas cómodo, te dan la oportunidad de la trascendencia que buscas y vas tu y la lías.

Esto es comportarse de manera inadecuada.

Pero, vamos a seguir con el análisis.

El mal  uso de la educación social en la comunicación política de cada uno, hace que los eventos en los que participan se vean verdaderamente comprometidos. El protocolo no es educación pero requiere relación social en la que cada uno, de manera individual, transmite una determinada imagen y, en esa relación, es importante el uso de las normas de  educación al uso. Mucho más en los eventos políticos y mucho más en los eventos electorales pues lo que está en juego es la imagen de la persona. Del candidato.

Hay algo básico: En cualquier eventos al que se asiste como invitado  HAY QUE CUMPLIR LAS REGLAS DEL JUEGO. (Marcadas por el anfitrión) Si no las vas a cumplir es mejor que no vayas. O que no te inviten. (luego entramos en esto)

En un debate, se puede hablar, exponer, y se puede interrumpir, pero hay que dejar hablar al otro y respetar turnos de intervenciones, pero sobre todo se hace preciso respetar las reglas del juego del debate impuestas por el anfitrión que ha invitado y organizado. Saltárselas debería tener sanción.  Sanción en la imagen del que se la salta y por tanto en los resultados electorales. Lo que me llama la atención es que no se concreta esa sanción pero eso es otra canción.

La libertad de expresión no facilita el que cada uno diga lo que quiera y como quiera. El insulto, la interrupción constante, denigrar, provocar, utilizar la violencia verbal, generar crispación, etc. es utilizar el protocolo (social del invitado) de mala manera en beneficio de una “comunicación política” que   tiene consecuencias en la imagen de las personas y en el desarrollo del acto. Aquí es donde yo veo la importancia del protocolo en este caso.

Ese mal uso del protocolo por parte de los invitados, se ha convertido en algo habitual olvidando la responsabilidad del que se dice “SERVIDOR PÚBLICO” en cuanto a la transmisión de unos ciertos valores sociales al resto de la ciudadanía. No se puede olvidar la importancia y responsabilidad que tienen los personales públicos con la imagen que dan saltándose las normas de un debate. No sé si se dan cuenta de la incongruencia que significa que una persona que se presenta alegando ejemplaridad para ser votado y regir los destinos de la comunidad, no sea ejemplar. 

Creo sinceramente que, al contrario, la persona que transmita con su comportamiento esos valores sociales tendría seguramente un rendimiento político importante. Es posible que, a mi edad, siga creyendo en los reyes magos y en la buena voluntad de las personas, pero así seguiré.

Me voy a meter en otro charco:

Sostengo que el 95 % de los eventos fallidos, lo son, entre otras cosas, por una mala selección de los invitados por parte del anfitrión. En un evento, para conseguir sus objetivos, deben estar todos los que son y ser todos los que están, por medio de una muy estudiada y exhaustiva selección de los invitados. Los invitados son el público al que se quieren transmitir los mensajes. Se podría decir que se han equivocado invitando a todos. No lo creo. Es parte fundamental de un debate que sea democrático el que se invite a todos, y lo contrario sería partidario.  

Por otro lado, muchas veces nos empeñamos en organizar un evento pensando en el propio evento sin tener en cuenta lo más básico: La pertinencia de la organización del acto. A la vista de los resultados se podría decir que es un error haber organizado, pero tampoco lo creo. Son necesarios los debates en la convivencia social. Los debates deben ser enriquecedores.

Me niego a pensar que la cadena de radio organizadora se haya equivocado organizando el evento.

La reflexión en este caso es durísima y sobre todo muy triste: A la vista de lo visto, en la situación tan extremada de los asistentes, ¿Era pertinente el debate? SI. Siempre es pertinente un debate.

La responsabilidad, para mí, recae directamente en los invitados por UTILIZAR DE MANERA PARTIDISTA EL PROTOCOLO PARA SU COMUNICACIÓN POLÍTICA.

El objetivo del debate es trasladar a los ciudadanos las distintas propuestas de cada uno de los que se presentan. ¿Alguien las ha oído? ¿ alguien las debate?

Qué pena¡¡¡¡¡¡¡¡